Al leer este "GUILTY SPAM" no se por qué recordé a Manolito Goreiro valiéndose de todas las artimañas posibles para publicitar sus productos. Seguramente ahora andaría dejando mensajes comerciales como el anterior a manera de comentario en los concurridos blogs repletos de posibles clientes. Y al final, un tierno y momentáneo remordimiento disipado en segundos por jugosas ganancias. Gran mercadólogo ese Manolito.
Hasta me dio pena borrarlo!